Gestión de conflictos: “No hay buenos ni malos”
Entrevista. Nicolai Wilhelmi, Abogado de profesión y especialista en conflictos sociales
Nikolai Wilhelmi, especialista en conflictos de la Comisión Andina de Juristas (CAJ), explicó en esta entrevista sobre un nuevo enfoque en la gestión de conflictos sociales durante su estadía en Tarapoto, luego de presentar el Manual para la Gestión de Conflictos sociales.
¿Qué rescata el manual para gestionar los conflictos?
Yo rescataría dos elementos fundamentales. Primero es un enfoque distinto e innovador, en el cual el enfoque no es el problema, sino las personas. Creemos que los conflictos lo hacen las personas y se hacen por las personas. Tiene que haber una preocupación en que las personas se comprendan, se entiendan y salgan satisfechas del conflicto, de lo contrario el conflicto volverá a surgir.
Lamentablemente en una cultura autoritaria en la que vivimos, se privilegia mucho los resultados concretos: el cemento, el acero, qué es lo que quieren; sin preocuparse de las relaciones que se entablan con las personas. Si no nos preocupamos de las relaciones, después ocurre un efecto perverso en el cual la siguiente vez que nos encontramos estamos dispuestos a la pelea.
Es decir no focalizarlo solo a solucionar el problema.
Desde nuestra perspectiva hay que trabajar primero la relación entre los factores y luego ayudar que los actores hallen la solución al problema, porque no hay mejor solución la que los propios actores pueden encontrar para ellos mismos. Lo segundo es el post conflicto, un tema que tampoco se trabaja.
Como la ‘reconciliación’ de la CVR que no se trabajó, luego de haber analizado el conflicto de 20 años.
Exacto. Por lo que mencionaba, la relación está rota, hemos solucionado el conflicto, pero estamos predispuestos a volver a enfrentarnos. La gente piensa que una vez negociado se acabó el conflicto, no se preocupan cómo se rearmar la relación para que puedan trabajar juntos, para que haya una situación de confianza, para que el conflicto no vuelva a surgir.
¿Qué proponen ante ello?
Primero se debe reconocer responsabilidades, es decir, en un tema de conflictos sociales no hay buenos ni malos, es una cosa que la debemos quitarnos de la cabeza, es una cosa muy natural: las personas tienden a pensar, “yo soy bueno y si te enfrentas conmigo, tu eres malo”, pero no es así, la comunidad que se enfrenta a la empresa, ciertamente, quiere defender sus tierras, quiere su bienestar y el empresario también quiere su bienestar, busca hacer empresa, hacer negocio, dar trabajo, brindar algún servicio, no es una entidad maléfica que viene a dominar o destruir, es una persona que trata hacer un negocio.
Primero debemos tener la idea que ambas son personas luchando por su bienestar, entonces en base a eso podemos comenzar a trabajan. Cuando eso se reconoce como tal es mas fácil que reconozcan responsabilidades; una vez reconocido las responsabilidades se puede trabajar para subsanar las relaciones, reconocer la verdad y comprometerse con el cambio.
¿Por qué los conflictos se incrementan según la Defensoría del Pueblo?
Primero. Es natural que los conflictos aumenten porque tenemos un sistema que no se preocupa de canalizarlos adecuadamente. Conflictos sociales hay en toda sociedad que busca cambiar, en todas partes del mundo. Lo que ocurre es que el sistema, el Estado y las personas han aprendido mecanismos para canalizarlos de manera pacífica. Eso es lo que nosotros no hemos desarrollado.
Segundo, esos mecanismos tratan el post conflicto, rearman las relaciones entre las personas, eso genera un efecto preventivo del conflicto.
¿En conclusión, son las personas el eje de todo?
Entonces, primero que nosotros canalizamos el cambio por acción de las personas, las personas se van acostumbrando que el sistema cambia, que se canalíza la violencia, esto genera un proceso de aprendizaje social. El problema es que se piensa: “para que me hagan caso, tengo que hacer fuerza”.
Segundo, es ante la ausencia de estos mecanismos, y un sistema que no aprende, hay mayor predisposición a la violencia.
El tercer punto, es además de trabajar el post conflicto, debemos reconocer que debemos centrarnos en las personas, las personas son las que hacen importante esas cosas, porque si los dos no les damos importancia a algo, no hay conflicto; es cuando nosotros le damos importancia a algo hay conflicto. El conflicto está en las personas, al igual que el negocio está en las personas, al igual que la autoridad y el servicio está en las personas, debemos reconocer que el centro de estos son las personas.
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